8.9.10

Composición. Tema: mis vacaciones

Este es un post viejito (exactamente del 12/3), pero en su momento me ayudó a tranquilizar al caníbal que habita en mí con promesas de carne fresca. Me daba un poco de pena dejarlo pudriéndose en la bandeja de borradores (aunque en rigor, ya está más que vencido), así que acá está. No es de lo mejor, pero es lo que hay. Escrito en caliente y nunca corregido.

No es muy glamoroso comer atún directo de la lata.
No es muy cómodo cocinarse o procurarse qué comer en cada comida, sin poder almacenar nada.
No siempre el ojo clínico funciona, y puede ser que tengas pulgas en la cama.
No es muy confortable pasearse por la vida con 70 litros de exceso.
No es la idea occidental de comodidad compartir una habitación con tres perfectos desconocidos (aunque después me haya hecho amiga de dos)

Sí, comí de la calle.
Sí, anduve de noche sola y no me pasó nada.
Sí, me gustó.
Sí, volvería ya.

Laguna Colorada, Bolivia.

El post, formalmente, termina acá. Son libres de dejar de leer, porque lo que sigue es sólo una muestra de la pequeña Florci enojada.

Y este post te lo dedico a vos. Sí a vos, pedazo de forro, que no podés con tus prejuicios, que los bolivianos son sólo "bolitas" para vos, que vivís en un taper y estás orgulloso de eso, que sos incapaz de animarte a hacer cosas "nuevas" (admitámoslo, irse en mochila no es lo más nuevo) porque no podés renegar de tu hotel cuatro estrellas ubicado en zona poblada por gente igual a vos, y por eso, por tu propio miedo (porque la tenés muuuuuuy chiquita) te dedicás a criticarme a mí. Jamás vas a leer esto, porque tampoco podrías comprender como alguien como yo, con su vida a punto del colapso cuando todo el cuento del blog empezó, decidió canalizar su furia y su impotencia en algo más productivo que juzgar a los demás antes de conocerlos. Que es lo que hacés vos.
Lo saluda atentamente,

Florci

5.9.10

¡Feliz cumple!

Debido a un comentario publicado por una celebridad de la blogósfera vernácula (Pable), he de admitir que ayer fue mi cumpleaños. Por eso, porque cambié de década, porque se me voló la peluca con tanto llamado familiar y porque no tengo nada mejor que hacer, me apersono aquí para contarles mis impresiones post-festejo. Y tratar de educarlos al respecto, obviamente. A continuación, una lista de las actitudes y acciones a evitar a la hora de llamar al agasajado.
  1. No hacer comparaciones odiosas relativas a la felicidad del momento. No es imprescindible saber que cuando vos cumpliste veinte estabas tirado en la cama con depresión, que te sentías demasiado viejo para ciertas cosas y excesivamente inmaduro para otras, que se te vino la adultez encima y otros tantos etcéteras. Yo estoy feliz, la vida me sonríe y la brisa me acaricia (metafóricamente), ¿no podrías simplemente alegrarte por mí? La respuesta es: no.
  2. No augurar un futuro difícil. Esto se manifiesta particularmente en frases del estilo "ah, ahora que dejaste la adolescencia (no, pedazo de gil, si voy a ser Peter Pan), vas a tener que ser más responsable/consecuente/organizado (inserte aquí defecto del homenajeado)". ¿De verdad creen que el día del cumpleaños se activará espontáneamente un chip en mi cerebro indicando que ya no estoy en edad de cometer excesos y ser irresponsable? La respuesta es: no.
  3. No insistir en el decaimiento físico. Sí, estoy un día más vieja, un día más cerca de morir, un día más cerca de que me salgan canas y arrugas, de que mis músculos entren en una espiral irreversible de flaccidez, de no poder ponerme mi ropa de adolescente con dignidad. Pero también estoy un día más cerca de recibirme, de irme de vacaciones, de... ¿No tenés ganas de mirar mi vaso medio lleno, aunque sea sólo por hoy? La respuesta es... no. Obvio.
  4. No renovar relaciones que no mantuviste durante el año. Si hace mucho tiempo que no ves al cumpleañero, ¿qué te hace pensar que el día de su cumpleaños es un buen día para ponerse al día? O por lo menos en mi caso, familiares que durante todo el año no me llamaron, por favor no me busquen en mi día. Evidentemente, ninguna de las partes está interesada en mantener el contacto, así que no la careteemos más. No me llames y ya. Y si lo hacés, ¿no podrías tener la decencia de disimular el disgusto que te causa ver que me está yendo bien? Ya conocen la respuesta, y es... no.
Siguiendo estas simples reglas, ayudarán a un congénere, se convertirán en mejores personas y reencarnarán en seres superiores. Si no las siguen, no pasa nada, pero el día que tengan un misterioso accidente, no digan que no les avisé.

¡Gurisa, no puedo leerte!

3.9.10

Kip it in ínglish plis!

Tengo serios problemas con la música.

Disfruto mucho escuchar música... en su idioma original. Porque aunque yo no llegue a comprender nada de lo que dice, hubo alguien que en algún momento de su vida sintió un ramalazo de inspiración, se sentó y la plasmó en un papel. Y no sólo eso, sino que además, pudiendo escribir banalidades insulsas y sin estilo, se esmeró en buscar sonidos similares para inmortalizar sus sentimientos en forma de canción. Por eso, a mi modesto entender, traducir una canción es un atentado contra el compositor, cantante, banda, intérprete, etc. Simplemente no queda bien. La canción pierde toda su poesía y lo único que queda es una versión castiza sin gracia, interpretada con la genuina convicción de que, si en inglés era más o menos buena, en castellano será mucho mejor.

Por eso, en nuestro afán de criticar (y de zafar cuando no se me cae una idea), inauguramos nueva sección (¿?) en Corre Florci. Los desafortunados de hoy son los Fabulosos Cadillacs con esta masacre... digo versión de "Should I stay or should I go".


Disclaimer: no estoy denostando a la banda, sólo a la infeliz idea que tuvieron de traducir la canción.

2.9.10

I'm not back, I've never left

(hola, sí, sí, probando, sí, uno, dos...)

Sé que tengo deudas bloggeras, que no me paso por otros espacios a reírme y reflexionar con sus ocurrentes ideas, en fin, que me tragó la tierra... Supongo que en algún momento mi lado ácido volverá a salir. Por el momento está sublimado. Eso no quiere decir que haya dejado de ser la pendeja criticona y malhumorada que siempre fui, sólo que me estoy aplacando
¿Me estoy aplacando? Nah, ni un poco. El problema es que mi lado ácido y la PC están peleados, en cuanto logre reconciliarlos habré hecho progresos. Eso, y volver a andar con mi cuadernito de pelotudeces de un lado para el otro, intentar entender el sentido de la vida y por qué tengo que escuchar a mi profesor de Inorgánica II en lugar de viajar por los rincones de mi mente, que obviamente son mucho más interesantes. Comparados con él, claro está.
Tal vez habilite nuevas secciones, y esto se convierta en una especie de pasquín, con muchas hojas pero que no dice nada. O tal vez elimine las etiquetas, o ponga una sola que diga "quejas" y meta todo lo ya posteado ahí.
Tal vez.
Tal vez Corre Florci se transforme en un blog rosa, lleno de mis andanzas amorosas. Claramente no es una opción, sería demasiado corto y carente de sentido. Podría escribir sobre sexo, pero volveríamos al problema anterior. También sería factible discutir temas de química, aunque ahí definitivamente me quedaría sin lectores.
Creo que llegamos todos a la misma conclusión.
Hay que hacer lo que cada uno sabe hacer mejor. Y a mí criticar y sacar de quicio al prójimo me sale bárbaro. Por eso, dos días antes de cumplir años (yo, no el blog), se me vuela la peluca y decido volver al ruedo.
Síganme los buenos.

12.7.10

... prologue

Creo que es hora de despertarme y volver a lo ácido. Tanta dulzura y risitas me está matando.

Próximamente, un post de verdad.

7.5.10

Do you believe in love after love?

Una vez más voy a caer en el cliché. Pero anteriormente hay un par de cosas que deben saber sobre mí, como para intentar entender qué es lo que motiva el post.
Mi nombre es Florci, tengo 19 años y estoy cursando el primer año de la licenciatura en química. ¿Cuál es el cliché? Por si no lo adivinaron, pienso quejarme de la universidad. No del edificio en sí, sino del pan que la licenciatura en química trae bajo el brazo. Que más que pan es una baguette.
En general, las carreras con una formación no orientada al mercado laboral masivo generan comentarios incómodos en los mortales comunes. Nada nuevo. El problema surge cuando, de tanto escuchar las mil y una variantes del "Guaaaau. ¿Química? ¡Qué inteligente/qué grossa/qué loca que estás!" te la terminás creyendo. No la parte relativa a tu capacidad intelectual, sino que de verdad sos especial por estudiar una ciencia exacta. Que pertenecés a un grupo donde sólo unos pocos son admitidos. Que una vez que las puertas de Exactas se abrieron ante vos, el mundo te debe la vida.
No es megalomanía, de verdad pasa.
Y es que estar ahí no es sólo aprender y dedicarte a tu rama de la ciencia, es convivir con la mística propia del lugar. Es tener que tratar con gente que desprecia cualquier cosa relativa a las ciencias sociales, porque no pueden ser cuantificadas ni predichas. Esa misma gente, que cuando se entera que tu interés por los compuestos del carbono va a la par de un apetito voraz por los libros, te da vuelta la cara y te trata de pseudointelectual. Porque la literatura es pasión humana, y no hay nada más lejos que eso de la fría ciencia.
Honestamente, me resulta muy cansador lidiar con gente que cree ser el futuro de la humanidad. Y es tremendamente arduo (además de muy cruel) hacerles entender que la historia siguió su curso durante miles de años, perpetuando lo que servía y descartando lo que no, y que durante todo ese tiempo el mecanismo funcionó perfectamente sin ellos. Y tampoco creo que sería apropiado comentarles que detrás del Nobel hay mucha gente que no alcanzó fama, ni gloria, ni inmortalidad por ser licenciados en química. Fueron humanos, que vivieron, amaron y odiaron, pero sin el mundo por testigo de sus actos. En una de esas, si tuvieron suerte, sus bisnietos se seguirán acordando de ellos.
Por eso, mientras vos perseguís los laureles y creés que de verdad tenés un halo por estudiar ahí, dejame disfrutar de la vida. Con un libro al lado, como siempre. Porque aunque no lo creas, la tabla periódica no tiene todas las respuestas.

Escrito en caliente. Muy en caliente.

1.5.10

Verdades indudables XXIV

El porro está sobrevalorado.



Siéntanse libres de lapidarme vía comentarios