28.3.10

En el sexto día Dios creó al hombre...

... y un día de 1958 un hombre creó a los Pitufos, sin poder anticipar que sus inocentes personajes darían origen a varias otras cosas digamos... non-sanctas. Mitos urbanos, lujuria, descontrol. Hazte la fama y échate a dormir. Luego verás que te homenajearán, por ejemplo, poniéndole el nombre de tu creación a un trago.
Orgasmo de pitufo. 1/3 de vodka, 1/3 Blue Curaçao, 1/3 de piña colada y hielo. Esta vez, el nombre es totalmente injustificado. Está basado en suposiciones, que no se ven cristalizadas en el producto final (como sí es el caso del cuba libre). La parte de "pitufo", OK, es azul, puede pasar. Pero lo de "orgasmo" no cierra. El orgasmo es el pico del placer sexual, por lo que, desde un punto de vista metafórico, se podría inferir que la bebida en cuestión está tan buena que al tomarla producirá una sensación similar. Generar tan altas expectativas tiene un costo, y es que obviamente no se ven satisfechas, por lo menos para paladares que saben disfrutar de algo más que de una cerveza con nombre de ciudad del Gran Buenos Aires sur (conocen la política de la empresa, sin platita no hay chivo muchachos).
Por otro lado, considerando el problema desde una visión estrictamente anatómica, el orgasmo involucra secreción de fluidos corporales. Y si nos atenemos a un argumento de tipo deductivo, de lo general a lo particular, veremos que los pitufos están creados a imagen y semejanza del hombre. El hombre (por más africano que sea) no acaba azul. Luego, los pitufos, si tienen encuentros sexuales, tampoco deberían hacerlo, ya que hemos demostrado que esta función natural no guarda relación con el color de la piel (¿o me estoy perdiendo de algo?)
Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, arribo a la conclusión de que el nombre "orgasmo de pitufo" está muy mal puesto. No sólo desilusiona, sino que es físicamente incorrecto. Además, y esto es lo que más me molesta, es que pseudo-ganadores se acercan a la barra, piden uno de esos y ponen cara de "oh sí, nena, soy un campeón en el ring"*, cuando todos sabemos que lo que compra es humo, porque en realidad no los tocan ni con un puntero láser.

*Atención. No confundir. Sólo sucede con hombres. En las mujeres es posible producir el mismo efecto pero con "sex on the beach".

24.3.10

Mea culpa

Jamás debí mostrar este blog a nadie que me conociera la cara. Ahora me da vergüenza escribir.

20.3.10

Verdades indudables XXIII (edición comienzo de clases)

La gente que intenta levantarte el ánimo indefectiblemente te dice todas las frases que más podrían deprimirte.

14.3.10

Gris

El gris es la indefinición cromática por excelencia. Ni negro, ni blanco. Puede acercarse a cualquiera de esos dos extremos, pero nunca será uno de ellos.
Con algunas personas pasa lo mismo. Se mueven en un abanico de actitudes lo suficientemente amplio como para que los demás no sepamos exactamente qué son. Como este Individuo Gris en particular. A simple vista uno podría confundírselo con un adolescente bien de un barrio acomodado de zona norte. Ropa cara y con etiquetas, zapatillas de marca. ¿Comprar algo en una feria americana, puestito o bolishopping? ¡Horror! Jamás podría usar eso, a ver si se agarra alguna enfermedad. Es muy consciente de la imagen que proyecta, así que sólo frecuenta los que, según él, son los lugares más exclusivos de la ciudad. Sólo se deja ver acompañado de gente como él, así, "de calidad". La natural consecuencia de esto: un marcado desprecio a lo que el llama "negros visheros", y a cualquier cosa que pueda ser asociado con ellos*.
Pero, como ya aclaré antes, este espécimen es gris. O sea que, según el día, también hace blanco de su odio a los "chetos" (utilizo palabras textuales), alejándose así de la pulcra imagen construida a fuerza de salidas exclusivas y ropa de primeras marcas. Y ahí, como diría mi madre, muestra la hilacha.
Porque debajo del desprecio por cualquier cosa que signifique bajo presupuesto, se esconde un ser estancado en la década del 90. Su único propósito es la ostentación. Su fin es ser visto. Y en ese afán de notoriedad, equivoca el camino, aunque haya empezado correctamente. Cree que salir a Palermo es top, pero va a lugares con poca clase (en especial uno ubicado sobre avenida Juan B. Justo, tristemente célebre en programas vespertinos). Se va de vacaciones a la costa para lucirse, pero lo hace en San Bernardo. Cuando adquiere algo nuevo, no se fija en cómo le sienta, o si le gusta, sino que busca que la etiqueta sea lo más grande posible. Y lo que es peor, se enorgullece de su vida vacía y trata de evangelizar a los demás, tratándoles de "ratas" o, directamente, de "visheros".
Jamás buscará superarse. Menos que menos alimentar su espíritu. Es de los que creen que los libros muerden, que encontrarse con gente distinta a uno es una pérdida de tiempo, porque total yo soy mejor, que "saber inglés es de chetos" (txt) y una larguísima fila de etcéteras. Pero lo más triste, es que no se da cuenta de que esa forma de ver las cosas tiene más de lo que él les critica a los negros, que del magnate potentado que pretende ser.

*Y encima es facho

10.3.10

Odisea vía fono

Florci: Hola. ¿Está Fulanita?
Joven Imberbe y Caído del Catre: No
Florci: Ah, ¿y a qué hora vuelve?
Joven Imberbe y Caído del Catre: No sé.
Florci: ...
Joven Imberbe y Caído del Catre: En un rato.
Florci: Ok. ¿De cuánto es el rato?
Joven Imberbe y Caído del Catre: Ehmm...
Florci: ¿Media hora, más o menos?
Joven Imberbe y Caído del Catre: Ehmm, sí. Llamá en media hora.

No pretendo certezas absolutas, pero por lo menos un poco de firmeza. Decime "No, no tengo la más puta idea de a qué hora llega Fulanita, así que mejor llamala mañana a las XXX, que seguro la encontrás". Porque para darme la cantidad de información que me diste no hace falta ser una luminaria, una ameba lo hace mejor que vos. Y si no podés contestar a mis preguntas, cedele tu turno a la fría máquina contestadora, que por lo menos me da la seguridad de que el mensaje llegará a destino.

No debería enojarme. La última vez que hablé con este ser extraído de la laguna de la ignorancia me pasó lo mismo.
No hay caso. Me saca.

7.3.10

Life in plastic, it's fantastic

No creo que esto haya sido lo que los integrantes de Aqua tenían en mente al escribir su hit "Barbie girl"

4.3.10

Pretty in pink (parte 2)

Las segundas partes nunca fueron buenas.
Hecho ya el correspondiente descargo, cumpliré con la segunda parte prometida en este post.

En toda novela rosa, los conflictos pueden ser clasificados en dos grandes grupos: problemas relacionados con el dinero, o bien derivados del amor incomprendido, lujuria o simple calentura que se tienen los personajes. Combinándolos adecuadamente, dispondremos de un surtido casi inacabable de disparadores para nuestro proyecto de novela.
Comencemos con los personajes principales, "los buenos". En este punto hay que tener en cuenta que los conflictos relacionados con fracasos de planes maquiavélicos no tienen cabida entre los protagonistas, ya que generalmente son inocentes y dejan que el destino actúe por ellos, sin alentar ningún tipo de situación que los favorezca. Teniendo esto en claro, algunos posibles contratiempos APP (aptos para protagonistas) podrían ser:
  1. Alguno de ellos heredará una inmensa fortuna, de la cual no puede disponer por el momento debido a alguna absurda traba legal, pero que en un futuro lo convertirá en un magnate. Por esta razón, muchos interesados se le acercan, intentando aprovecharse de su generosidad. Entre estos buitres se cuentan, obviamente, algun pérfido pretendiente o una calculadora amante, que con sus artimañas buscarán quedarse con la herencia, para luego huir hacia un país muy lejano con su verdadero amor.
  2. El/la protagonista debe casarse contra su voluntad con alguien a quien prácticamente no conoce. Esto originará un sinnúmero de planes para evitarlo, todos condenados a fracasar hasta que, milagrosamente, un misterioso benefactor hace su aparición y logra salvar al protagonista de un enlace no deseado.
  3. En el caso de que no exista en la trama el tal benefactor mencionado en el punto anterior, se puede adaptar el conflicto haciendo que el/la protagonista engañe a su pareja y sea descubierto, poniendo así su vida en grave peligro, ya que no sólo deberá enfrentar el despecho del que fue despreciado, sino también cuidarse de los macabros planes que los malvados elaborarán aprovechando la situación.
  4. Alguno de los protagonistas pertenece a una clase social inferior. De esta manera, a las habituales dificultades planteadas por "los malvados" se le suman los tabúes y prejuicios de una sociedad rígida y anquilosada.
  5. El/la protagonista no logra darse cuenta de que el que el/ella cree su amigo/a, en realidad es un apasionado enamorado. De aquí en más pueden plagiar cualquier teleteatro mexicano de malentendidos, porque en este rubro ya está todo inventado.
  6. Para el final, el clásico: amor no correspondido y la consiguiente carrera contra el tiempo para conquistar el corazón de su amado/a.
Pueden hacer esto tantas veces como gusten con cada uno de los protagonistas. Así obtendrán lo que la gente culta llama "profundidad psicológica de los personajes". En el caso de "los malvados", pueden inventar fracasos de cualquier tipo, amenizados de cuando en cuando con un éxito, porque si bien son malévolos, también son seres humanos. No sería creíble que, a pesar de que todo les sale mal, siguieran intentándolo como si nada.
La resolución de los conflictos aquí planteados es muy fácil: basta mandar a alguno de los personajes de viaje a un lugar inaccesible y ¡voilà!, ya está todo resuelto. Es conveniente situar la acción en el siglo XIX, lejos de cualquier avance tecnológico que pueda favorecer a "los malvados".

Tiempo de preparación: 1 hora para pensar los nombres de los personajes. 10 minutos para definir los conflictos, adaptarlos a la trama y escribir.
Nivel de dificultad: A prueba de boludos.
Se recomienda servir acompañado de escenas eróticas. Tener en cuenta que deben insinuar sin describir, porque para explícito tenemos el gran invento del siglo XX... el cine porno.
Si se animan a escribir en inglés, hasta pueden desbancar a Danielle Steel. Ojo, ésa sigue viva.