14.3.10

Gris

El gris es la indefinición cromática por excelencia. Ni negro, ni blanco. Puede acercarse a cualquiera de esos dos extremos, pero nunca será uno de ellos.
Con algunas personas pasa lo mismo. Se mueven en un abanico de actitudes lo suficientemente amplio como para que los demás no sepamos exactamente qué son. Como este Individuo Gris en particular. A simple vista uno podría confundírselo con un adolescente bien de un barrio acomodado de zona norte. Ropa cara y con etiquetas, zapatillas de marca. ¿Comprar algo en una feria americana, puestito o bolishopping? ¡Horror! Jamás podría usar eso, a ver si se agarra alguna enfermedad. Es muy consciente de la imagen que proyecta, así que sólo frecuenta los que, según él, son los lugares más exclusivos de la ciudad. Sólo se deja ver acompañado de gente como él, así, "de calidad". La natural consecuencia de esto: un marcado desprecio a lo que el llama "negros visheros", y a cualquier cosa que pueda ser asociado con ellos*.
Pero, como ya aclaré antes, este espécimen es gris. O sea que, según el día, también hace blanco de su odio a los "chetos" (utilizo palabras textuales), alejándose así de la pulcra imagen construida a fuerza de salidas exclusivas y ropa de primeras marcas. Y ahí, como diría mi madre, muestra la hilacha.
Porque debajo del desprecio por cualquier cosa que signifique bajo presupuesto, se esconde un ser estancado en la década del 90. Su único propósito es la ostentación. Su fin es ser visto. Y en ese afán de notoriedad, equivoca el camino, aunque haya empezado correctamente. Cree que salir a Palermo es top, pero va a lugares con poca clase (en especial uno ubicado sobre avenida Juan B. Justo, tristemente célebre en programas vespertinos). Se va de vacaciones a la costa para lucirse, pero lo hace en San Bernardo. Cuando adquiere algo nuevo, no se fija en cómo le sienta, o si le gusta, sino que busca que la etiqueta sea lo más grande posible. Y lo que es peor, se enorgullece de su vida vacía y trata de evangelizar a los demás, tratándoles de "ratas" o, directamente, de "visheros".
Jamás buscará superarse. Menos que menos alimentar su espíritu. Es de los que creen que los libros muerden, que encontrarse con gente distinta a uno es una pérdida de tiempo, porque total yo soy mejor, que "saber inglés es de chetos" (txt) y una larguísima fila de etcéteras. Pero lo más triste, es que no se da cuenta de que esa forma de ver las cosas tiene más de lo que él les critica a los negros, que del magnate potentado que pretende ser.

*Y encima es facho

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