9.11.08

Mi familia. Y la tuya, y la tuya, y la de aquel... (volumen 2)

La familia está compuesta de personajes odiosos, detestables, horrorosos. Y de los otros, los ridículos, los graciosos, los simplemente tiernos. Y continuando con mi teoría de que las familias son todas iguales, aquí, los estereotipos que no por ser comunes los queremos menos.

Siempre, en todas las familias, hay una abuela, o una tía mayor, o una amiga de la familia que cocina espectacularmente bien. Casualmente, es la que persigue a todo el mundo al grito de “¡estás muy flaco/a, comé algo!”. Nada es suficiente para esta artista de los postres, que no acepta un no como respuesta. Para ella, la frase “estoy a dieta” es el peor de los insultos, y no descansará hasta encontrar la forma de quebrar la resistencia del que se está cuidando.

El fanático de la política es un clásico es toda reunión familiar. Generalmente es de filiación peronista, pero no siempre. Se caracteriza por defender a ultranza hasta lo indefendible, proclamando a los cuatro vientos que su partido es el mejor, sin importarle que mientras dicho partido estuvo en el gobierno vació hasta lo que ya estaba vacío y le sacó jugo hasta a las rocas. Mantenerse alejado de este espécimen cuando habla de política, pero recomendamos disfrutar de su compañía cuando no lo hace, ya que normalmente es un limado muy simpático, con la habilidad de hacer reír a cualquiera.

Luego, la infaltable madraza. La que controla que los nenes no estén desabrigados (aunque los nenes tengan 25 años), que vuelvan temprano a casa, que no hagan lío ni se ensucien y que traigan amigos a jugar a casa (repito, aunque los nenes tengan 25 años). Nunca en su vida disfrutó una reunión familiar, porque vive relojeando que sus críos estén en óptimas condiciones y no molesten a nadie.

La nueva generación también se las trae. Entre ellos se pueden distinguir varios patrones de comportamiento. Están los que el día anterior se levantaron a las siete de la mañana a correr 5 km, a la tarde se fueron a jugar al fútbol y a la noche salieron a bailar, y todavía tienen energías y ganas de romperle las pelotas al prójimo*. Su contracara son los que no se levantan nunca antes de las siete de la tarde, se cuelgan a la computadora hasta las doce, hora en que salen a tener vida nocturna, y al otro día están cual trapo de piso viejo. Entre los más chicos, los opuestos están representados por los que te juegan al fútbol al lado de la mesa (o aún peor, al lado de la parrilla, con lo que el asado corre serio riesgo de ser condimentado con pasto, barro y microbios de la pelota) y los que se envician con la consola. En ambos casos, se recomienda no interrumpirlos, caso contrario se exponen a un pelotazo vengador o a una patada en las pantorrillas.

Esta es la parte adorable que todas las familias tienen. Con variaciones, pero al final son todas iguales.

*Gracias Xélor

2 comentarios:

Xélor dijo...

=), Soy famoso, me nombran en un Blog!
Jaja, son TODAS iguales (las familias, eh!), ke lindo post, me sacan recuerdos de mi juventud..

Florci dijo...

Sí, es un rejuvenecimiento instantáneo y sí, este es tu ticket a la fama.
Gracias por leer.