7.12.12

Yerba mala nunca muere

Hace mucho tiempo, inauguré en el blog la sección Old School yogins, y ahí se quedó, muerta de risa. O cagándose de angustia, como ustedes prefieran. Porque, como suele suceder, basta con que decidas hacer algo aprovechando un cierto hecho típico, para que este desaparezca y se vuelva atípico. Así pasó con mis viejas de yoga: de un día para otro se volvieron razonablemente cultas, razonablemente abiertas al cambio y filtraban razonablemente bien las incoherencias que manaban de su anquilosado cerebro y luchaban por ver la luz.
Tristemente, las viejas y yo ya no frecuentamos el mismo turno... pero encontré una reemplazante de primerísimo primer nivel. Le agradezco de todo corazón haberme proporcionado los medios para mantener viva esta humilde sección. Gracias, L.

1 comentario:

Victor Dumas - Mudanzas dijo...

Jjajaja yerba mala nunca muere que buen dicho y muy acorde a la anécdota contada, saludos.