Sí, Michael se murió y Su volvió a la tele. Dos cosas que decir: Mike, vas a ser el cadáver mejor conservado del mundo; con tanto plástico y derivados del petróleo adentro tuyo no necesitás embalsamador. Y con respecto a lo otro, mejor que me apure a arreglar la conexión de cable, si no quiero morir de inanición televisiva.
Pero estos son detalles. Mientras estaba de "retiro espiritual" con piojos ninfómanos y elefantas preñadas, me enteré que se murió Corín Tellado. ¡El trono de la novela rosa en español está vacante! Debido a esto, ponemos a su disposición este sencillo manual para que ustedes puedan emular a esta exitosa escritora y fabricar sus propios best sellers.
Primero, elija cuidadosamente sus personajes. Comencemos por la pareja protagonista: debe ser heterosexual. Por alguna razón, no existen novelas rosas que cuenten la historia de amor de Luis y Abelardo, o de Soledad y Elvira, o de Juan con quien venga. Sólo por esta vez, mantenga las tradiciones y elija un hombre y una mujer. El hombre debe ser bien masculino. No está bien visto un protagonista metrosexual, así que esfuércese para crear un personaje viril pero que no roce lo cavernícola. Recuerde que su best seller está dirigido a mujeres, por lo que no es muy conveniente que su creación sea un troglodita con olor a pata y lleno de eructos.
Con respecto a la mujer protagonista, debe ser "frágil, etérea, toda una dama". Hágala preocupada por su apariencia, pero no en exceso. Tímida, pero que de cuando en cuando tenga una acto de arrojo. Dulce, pero con un dejo de dureza. Si mis instrucciones le resultan contradictorias y el personaje no logra cuajar, inspírese en el teleteatro. El mexicano es el mejor para esto. Además, es fundamental que sea rubia. Reserve el cabello oscuro para las malvadas.
Las malvadas (puede haber más de una, pero es conveniente que haya una más mala que todas las otras juntas) deben ser, como ya se dijo, morochas (no sé por qué, pero funciona, así que hágame caso) y dispuestas a todo por su amado, que oh casualidad, es el protagonista. Es clave que tengan un abundante surtido de disfraces y atuendos para despistar. De esta manera, pueden hacer de las suyas sin que nadie las reconozca. Prevea intentos de suicidio para estos personajes, ya que sus planes están destinados a fracasar.
Los malvados (lo mismo, es conveniente que haya un malvado principal) serán el cerebro de la novela, los que están detrás de los planes de las malvadas. No importa demasiado su apariencia física siempre que los haga inteligentes y maquinadores, aunque una buena cicatriz siempre ayuda.
Esto es todo por hoy. Próximamente, conflictos imprescindibles en toda novela rosa.
30.7.09
29.7.09
¡Porque nadie lo pidió!
Qué paja empezar todo otra vez. A ver, esto como se hacía... ah, sí, apoyabas los deditos en el teclado y dejabas fluir... ¿qué cosa? En fin, mientras encuentro las respuestas a todo esto (y me dedico a leer, que el reader de cierto buscador que no me paga por eso no lo menciono está que explota) les cuento: volví. Del "retiro espiritual", que es como dicen cuando tenés un ataque de paja más grande que un elefante embarazado (una elefanta vendría a ser) y te dedicás a pensar esas cosas trascendentales como por ejemplo cómo tienen sexo los piojos.
No busquen más. Acá estoy. Para qué, no sé, pero estoy.
No busquen más. Acá estoy. Para qué, no sé, pero estoy.
16.5.09
Círculo
Siempre pasa lo mismo. Es un ciclo que se repite una y otra vez, del que no se puede escapar. Primero viene el rechazo, a veces acompañado del asco. Simplemente no querés tener nada que ver con eso. Cómo a alguien se le puede ocurrir relacionarte a vos con eso, cómo pudo ocurrírsele, por Dios. No lo podés comprender, y eso te deja en una situación bastante inestable.
Pero tanto asco engendra curiosidad. Por saber qué es eso que instintivamente estás rechazando. Así, sin proponértelo, comenzás todo tipo de averiguaciones, te familiarizás más y más con el objeto de tu odio. Hasta que descubrís que no podés vivir sin él. Felicitaciones. Has pasado del odio al amor enfermizo.
Después de un tiempo variable, te cansarás y empezarás a experimentar. Conocerás nuevas cosas, verás nuevos lugares y tu cabeza se abrirá. Descubrirás que hay algo más allá de tus obsesiones. Y ahí empieza el distanciamiento. Probarás nuevas cosas, al principio parecidas. Más tarde te animarás a lo diametralmente opuesto sin temer al qué dirán. Tu enfermedad mutará gradualmente hacia el amor y, con el tiempo, hacia el cariño. Ese cariño con el que los viejos recuerdan sus travesuras de niños o reviven su adolescencia. Tal vez, si tenés suerte, llegarás a la indiferencia total. Pero eso nunca pasa. Al más mínimo rastro de tu antigua pasión, retrocederás todo el camino avanzado y vuelta al principio.
A vos, antiguo fanático: nunca podrán dejar de gustarte los Redondos.
Pero tanto asco engendra curiosidad. Por saber qué es eso que instintivamente estás rechazando. Así, sin proponértelo, comenzás todo tipo de averiguaciones, te familiarizás más y más con el objeto de tu odio. Hasta que descubrís que no podés vivir sin él. Felicitaciones. Has pasado del odio al amor enfermizo.
Después de un tiempo variable, te cansarás y empezarás a experimentar. Conocerás nuevas cosas, verás nuevos lugares y tu cabeza se abrirá. Descubrirás que hay algo más allá de tus obsesiones. Y ahí empieza el distanciamiento. Probarás nuevas cosas, al principio parecidas. Más tarde te animarás a lo diametralmente opuesto sin temer al qué dirán. Tu enfermedad mutará gradualmente hacia el amor y, con el tiempo, hacia el cariño. Ese cariño con el que los viejos recuerdan sus travesuras de niños o reviven su adolescencia. Tal vez, si tenés suerte, llegarás a la indiferencia total. Pero eso nunca pasa. Al más mínimo rastro de tu antigua pasión, retrocederás todo el camino avanzado y vuelta al principio.
A vos, antiguo fanático: nunca podrán dejar de gustarte los Redondos.
10.5.09
Verdades indudables XVI (edición feria del libro)
Es más fácil definir tus prioridades cuando tenés 70 personas adelante tuyo en una fila.
6.5.09
"Un amor"
Úsese en circunstancias como ésta:
-¿Viste ese florero/sillón/sweater/tigre de Bengala?
-Sí, un amor.
A ver, paren las rotativas. ¿Un qué?
Un amor. Un amor de objeto, de cosa sin vida, sin sentimientos, incapaz de generarme una reacción fuera del me gusta/no me gusta.
Amor es tu mascota, que la dejás sola todo el día con su plato de alimento y el agua, y que cuando volvés tarde todavía está dispuesto a ignorar que lo abandonaste durante mucho mucho tiempo y te recibe de buen humor y con ganas de jugar.
Amor es tu viejo, que te tolera hasta cuando tenés ganas de poner una molotov abajo de tu cama con cámara adosada para que el mundo vea tu picadillo de sesos en el techo de tu cuarto.
Amor es tu pareja, que le gustás hasta cuando te despertás a la mañana y sos tan sociable como el abominable hombre de las nieves con síndrome premenstrual.
Amor es el básquet (reemplazar aquí por su propia pasión), que te hace vibrar todo y tener sentimientos que no sabías ni que existían y seguramente no figuran en el diccionario.
Amor es eso.
No un mantel. No una cartera. No un sillón.
Bastante claro y fácil, ¿no?
Así que por favor, eliminen esa frase de su registro a la hora de describir un objeto.
Dato extra: esta frase generalmente es usada por viejas platudas.
-¿Viste ese florero/sillón/sweater/tigre de Bengala?
-Sí, un amor.
A ver, paren las rotativas. ¿Un qué?
Un amor. Un amor de objeto, de cosa sin vida, sin sentimientos, incapaz de generarme una reacción fuera del me gusta/no me gusta.
Amor es tu mascota, que la dejás sola todo el día con su plato de alimento y el agua, y que cuando volvés tarde todavía está dispuesto a ignorar que lo abandonaste durante mucho mucho tiempo y te recibe de buen humor y con ganas de jugar.
Amor es tu viejo, que te tolera hasta cuando tenés ganas de poner una molotov abajo de tu cama con cámara adosada para que el mundo vea tu picadillo de sesos en el techo de tu cuarto.
Amor es tu pareja, que le gustás hasta cuando te despertás a la mañana y sos tan sociable como el abominable hombre de las nieves con síndrome premenstrual.
Amor es el básquet (reemplazar aquí por su propia pasión), que te hace vibrar todo y tener sentimientos que no sabías ni que existían y seguramente no figuran en el diccionario.
Amor es eso.
No un mantel. No una cartera. No un sillón.
Bastante claro y fácil, ¿no?
Así que por favor, eliminen esa frase de su registro a la hora de describir un objeto.
Dato extra: esta frase generalmente es usada por viejas platudas.
Post viejo, hasta que logre que mi cerebro funcione o que mis dedos se muevan a la velocidad de mis ideas.
28.4.09
Un relativo parecido
23.4.09
Verdades indudables XV
Los kioscos de diarios que están ubicados cerca de un lugar que funciona de noche tienen más variedad de revistas.
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