11.12.08

Visitas al zoológico: el ciber

Todos en épocas de vacas flacas (y no tanto) hemos ido al ciber. Este lugar impersonal de máquinas alineadas y olor a cigarrillo tiene su propia fauna. Gente que pertenece a él y no se siente a gusto en ningún otro lado, que cambian un domingo de sol o un sábado a la noche con amigos por 24 horas frente a la pc.

El animal más fácil de hallar es el vicioso. Características: ojos rojos, velocidad en la mano derecha y reflejos ultradesarrollados, producto de horas respondiendo a estímulos externos. Si algo te produce a vos como observador, esto es una sensación de invariabilidad y estabilidad, porque no importa qué es lo que hagas de tu vida, él siempre va a estar sentado en su máquina habitual hasta el fin de los tiempos. Constituye también uno de los grandes misterios de la humanidad, junto con quién construyó realmente las pirámides: nadie sabe si duerme, o en su defecto cuándo lo hace.

Otro de los más comunes es el voyeurista. No va al ciber a jugar a los jueguitos o a colgarse en el msn o a ver porno. Él va a ver qué hacen los demás. Es el que para la oreja cuando usás el micrófono, el que mira de reojo la página en la que estás, el que te lee los mails o incluso el que te da su opinión sobre esos dilemas tan importantes que tratás por msn. Este odioso es el que produce la denominada "alergia al ciber", que afecta a todos los felices poseedores de una conexión a Internet en su casa o trabajo.

El pajero. Qué decir de él, salvo que elige un lugar público para hacer algo que la mayoría de la gente hace en la tranquilidad de su hogar. Desagradable. Identificable porque en un determinado momento sus manos van a lugares poco decorosos, y porque generalmente tiene el volumen al mango en los auriculares, así que si lo tenés al lado escucharás los gemidos y sabrás a qué te estás enfrentando.

En cuanto a los grupos de gente en la misma pc, no sé por qué, pero terminan siendo casi siempre adolescentes con risas estridentes y poco sentido de la ubicación. El voyeurista se hace un festín con ellos, ya que con un mínimo esfuerzo se puede enterar de la vida y obra de todos ellos y hasta de sus parientes y amigos. Digo "mínimo esfuerzo" porque hablan a los gritos.

Y para el final, mi ídolo: el de la caja. No siempre son simpáticos, a veces hasta te cagan a puteadas, no te dan pelota o te tienen años esperando una computadora, pero si trabajan ahí, merecen toda mi admiración.

2 comentarios:

La sabiduría de Pato dijo...

Es totalmente desagradable la calidad de los personajes con los que te podés encontrar en un cyber.
Uno de los más molestos, aparte de los nenitos que tienen más vida online que afuera, es la vieja que no tiene la más mínima idea de lo que está haciendo pero "su hija le mandó un mail". Con lo que le rompe las pelotas al que atiende, al que está al lado, al que está enfrente y a cualquiera que se cruce en su camino porque no entiende por qué la "pantallita le está titilando".
Así nomás es, mejor ahorrar y tener internet en casa no? jaja
Besos!

Florci dijo...

Claro, totalmente.
Me había olvidado de esas viejas, gracias por recordar!