15.2.09

¡Levantá los pies por favor así barro!

La esclava del hogar*. No un ama de casa abnegada, una esclava de su obsesión por la pulcritud. Coexisten numerosas subespecies de este animal con mínimas variantes, pero se llevan armoniosamente entre sí, ya que en el fondo son todas iguales.
La característica principal de estos animales es la hiperactividad. Son capaces de levantarse a las seis de la mañana para lavar la vereda, aunque ya lo hayan hecho el día anterior a las 20.30. También es común verlas tomar el desayuno rápido para terminar de lavar las tazas más temprano. En casos extremos, pueden llegar a sacar de la cama a los que están durmiendo para hacerla y "dejar todo ordenadito".
Ellas no conciben una sobremesa un domingo después de una comida pantagruélica. ¿Es que acaso están locos? No me puedo quedar sentada. ¿Que no se dan cuenta de que hay muchos platos y fuentes para lavar y si no lo hago yo nadie lo hace? Aquí involuntariamente (pensaba hacerlo más tarde) he llegado a otras características: la victimización y la incapacidad para delegar. Nadie ayuda a esta esclava a hacer de su hogar el paraíso de la limpieza. Los chicos no ordenan después de jugar y Jorge cada vez que cocina hace un enchastre. Así no se puede. Sin embargo, paradójicamente, estas mujeres ansían tomarse un respiro de su tortura doméstica diaria. Salta a la vista que nunca lo hizo y nunca lo hará. Su obsesión puede más que su cansancio.
La máxima felicidad que conciben estas mujeres es, algún día, planchar toda esa pila de ropa; y su utopía es tener todo (pero absolutamente todo) ordenadito, como muestran en esas casas que les sacan fotos para las revistas de decoración. Y así pasan su tiempo, intentando concretar un ideal que es precisamente eso, un ideal, y por lo tanto jamás va a ser real.

*Digo esclava por el simple hecho de que casi todas son mujeres. He conocido varios amos de casa, pero por suerte entienden que el caos es el orden natural del universo.

(aaahhh, extrañaba mi zoológico. Mi primer texto largo en más de un mes, no saben lo que me costó)

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