10.3.09

El regalo... decente

Hay pocas cosas que enojen tanto como un regalo mal hecho. No hay nada tan indignante como recibir algo feo, fuera de lugar o simplemente inútil. Esta sensación desagradable se agrava porque dichos regalos provienen generalmente de gente que uno no se banca, y que están ahí por obra y gracia de un razonamiento del estilo "si invitamos a A, B tiene que venir también, porque si no se va a armar...". El destinatario del regalo se siente peor cuando, en su cabeza, da vuelta la situación, y se da cuenta que nunca, por mucho que odiara a esa persona, le regaló un desodorante para su cumpleaños. En ese momento, aflora esa mueca que pretende ser una sonrisa y decimos las palabras mágicas: "gracias", esperando que el que nos dio eso se dé cuenta de nuestro asco y no vuelva a repetir jamás su conducta. No funciona, créanlo. Por eso, para que no cometan los mismos errores que otros ya han cometido, les ofrecemos el siguiente listado de lo que nunca debe regalarse. Con explicaciones, por si no queda demasiado claro.

NO regalarás:
  • Jabones, desodorantes, sales de baño, o algo que sugiera que la otra persona es sucia o no se baña con la debida frecuencia. La venganza puede ser terrible: o aparecerá en tu cumpleaños (que casualmente era una cena en smoking y vestido largo) vestido con la ropa del picadito que se acaba de jugar y realmente mugriento; o te regalará todos los productos para higiene personal que existan por el resto de tu vida.
  • Forros. No hace falta hacer pasar vergüenza a nadie en medio de una renión familiar. Que tu abuela y tus tíos discutan tu vida sexual en la sobremesa no es agradable.
  • Libros de autoayuda. Jamás. Come on, por $10 te comprás libros usados bastante mejores que cualquier cosa que puedas llegar a encontrar en ese estante de la librería.
  • Cosas inútiles a alguien que no dispone de lugar. O sea, alguien como yo. Parece ser que la gente que sabe que mi habitación tiene 4 metros cuadrados no comprende que no hay lugar para demasiadas cosas, fuera de lo esencial (léase: mis libros, el pequeño equipo de música, el placard... ah sí, y la cama). No obstante, siguen regalándome pelotudeces ¡¡que no entran!!
Y pensar que es tan fácil hacer un regalo como la gente...

6 comentarios:

Pable dijo...

Srta Florci: Cuanta verdad hay en sus palabras.
Me gusta regalar regalos que despues pueda aprovechar yo, es comun que regale libros que me gusten a mi para despues pedirlos prestados.

Abrazo fuerte
Pable

Pulfer dijo...

Lo peor es que a veces decis "pero por esa misma guita me comprabas algo mejor, man!".

con respecto a lo que dice pable, yo a mi viejo para el cumpleaños casi (casi, no me atreví) le regalo el DVD de Los Premios Mastropiero. Se iba a notar mucho. Con la Temporada de House para el dia del padre alcanzaba.

Florci dijo...

Pable: Gracias.

Nono: Tal cual, no es por la guita, es por el desprecio que te hacen.

Y sí, regalar para después pedir prestado es lo más. Hice eso con mi primo y un par de dvd's de Les Luthiers. De más está decir que esos discos viven en mi casa.

Gracias por leer!

La sabiduría de Pato dijo...

Te digo que sin conocer a la persona, hacerle un regalo es bastante complicado. No tenés la más mínima idea de qué puede considerar copado o no. Con lo cuál, es mejor mantenerse en lo básico, o dvd o libro o cd. Terminó jaja.
Y sí, como dijeron antes, conviene regalar algo que pudieras pedir prestado después jeje.

Saludos!

KAZ dijo...

Además, si te regalan un libro de autoayuda también es para decirte de paso que tenés unos problemitas...

Digale NO a Bucay, SÍ a un libro usado.
He dicho.
(Mientras no sea uno usado de Bucay)


Saludos!

Gurisa dijo...

El punto 3 es el que más se aplica en mi caso. Vivo en un departamento en donde no entra más nada. Y, sin embargo, mis suegros se la han pasado regalándome cosas que no sé dónde "mmmmm" meter ¬¬
Pero que quede clarito: no estoy diciendo que los regalos no me han gustado, al contrario, son utilísimos (y de buen gusto). Pero simplemente no tengo lugar.
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Quiero una casa :(