- No agarrarás un libro cuya portada muestre parejas abrazadas en paisajes de almanaque. Será malo, abundante en cliches y te dejará con una sensación de "acá faltaba algo".
- Evitarás los libros en los que el nombre del autor aparezca más grande que el título. Evidentemente el sujeto se hizo famoso con un solo libro, y las editoriales le sacan todo el jugo posible.
- Tomarás con pinzas los libros que han sido llevados al cine, especialmente si antes de leerlo viste la película y te pareció fantástica cinematográficamente hablando, pero la trama no fue protagonista.
- Desconfiarás instintivamente de los libros víctimas de campañas de publicidad descomunales. De esta manera te ahorrarás futuros desengaños.
- Serás paciente con vendedores, sistemas caídos y falta de stock. Son obstáculos omnipresentes en la carrera por tus libros.
- No discriminarás ninguna librería, por más vieja y fea que se vea desde afuera.
- Revisarás la mesa de saldos, esgrimiendo cualquier argumento: avaricia, curiosidad, ganas de experimentar...
- No te resignarás a un "no" como respuesta a tu pregunta "¿Tiene el libro XXXX?". Por lo tanto, recorrerás incansablemente las librerías, lo que nos lleva al mandamiento número 6.
- Analizarás cuidadosamente las recomendaciones de libros hechas por otros conocidos. Prestarás especial atención a la frecuencia con la que leen y a la calidad de las recomendaciones que te hayan hecho en ocasiones anteriores
- De vez en cuando, te saltearás todos estos mandamientos.
24.1.09
Diez pequeños mandamientos
Todo tiene sus reglas, mal que nos pese. Ajenas o autoimpuestas. Comprar libros no es la excepción. Aquí comparto algunas pequeñas conclusiones a las que he llegado luego de innumerables desilusiones, alegrías y pérdidas (literalmente, no encontraba a mi mamá) en librerías.
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