La felicidad es... como un paquete surtido de galletitas. Primero te comés todas las más ricas, para después darte cuenta de que quedó lo peor para el final. Te resignás y seguís para adelante, consciente de que lo que queda no va a ser ni lindo ni divertido. Y es ahí cuando te aparece esa galletita rica que tanto anhelabas. La comés al toque que la descubriste, pero la disfrutás mucho más.
Filosofía barata, que le dicen. Y pensar que se escribieron tantos libros de autoayuda para esto... Me parece que voy a patentar este texto y llenarme de guita...
1 comentario:
Siempre queda alguna mini melba escondida abajo de algún anillito.
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